— ¿Por qué lloras?
— Porque te echo de menos.
— Pero, si estoy aquí, contigo.
— No me has entendido... Tú no eres esa persona a la que echo de menos.
— Sigo sin entenderlo.
— Y no lo entenderás nunca.
— ¿Por qué? ¿Qué coño te pasa?
— Los putos cambios, que te hacen diferente. A ti, a mí y a todo lo que nos rodea. Ya no somos los de antes. Ya cada uno va por su camino, y antes, nuestros caminos eran el mismo.
A veces es cuestión de tiempo
ResponderEliminar